Los 15 criadores de gallos detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía el pasado sábado por organizar peleas ilegales entre animales se podrían enfrentar a penas de prisión de entre tres meses y un año, según manifiestan fuentes judiciales.
Los arrestados, que organizaron el combate en una alquería cercana a la carretera de Borriol de la capital de la Plana, están en libertad con cargos y el dueño de la casa donde se celebró la pelea, Juan Santiago, está obligado por orden judicial a cuidar de los 72 gallos confiscados por los agentes. Los imputados se enfrentan, además, a una multa económica, ya que los delitos contra la flora, la fauna y la protección de las especies, además del de maltrato con ensañamiento de animales, llevan aparejados multas que van de los 500 hasta los 18.000 euros.
Santiago asegura que tiene miedo de que le roben los animales, por lo que espera la resolución del caso para devolver los que no son suyos. Los precedentes apuntan a esta posibilidad, ya que en enero de 2009 agentes del Cuerpo Nacional de Policía se incautaron de 24 gallos de pelea que habían sido anteriormente llevados a la protectora de animales Servican. Por ello, desde la Conselleria de Medio Ambiente aseguran que los animales podrían ser depositados en una gallera de Valencia, aunque explican que la decisión final está en manos del juez que instruye este caso.
Precedentes
Los hechos se desencadenaron cuando más de una treintena de agentes se personaron en la alquería el pasado sábado, llevando a cabo una operación muy similar a la que tuvo lugar en enero de 2010 en una alquería cercana al Nuevo Cementerio de la capital de la Plana. Según fuentes policiales, muchos de los arrestados en la carretera de Borriol «ya estaban implicados en el suceso del año pasado».
El dispositivo, formado por efectivos de las unidades de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) y de Prevención y Reacción (UPR), irrumpió en la citada alquería en torno a las 12.00 horas ante las informaciones que apuntaban a la celebración de un campeonato de peleas de gallo con la afluencia de dueños, apostantes y aficionados de distintas provincias. Allí, sorprendieron a más de 80 personas, entre ellas diez menores, que presenciaban el espectáculo. Los agentes recuperaron 600 euros en efectivo.
El recinto contaba con un ring para los combates e incluso un puesto de "merchandising". Las aves habían sido hiperestimuladas con soluciones inyectadas y, para aumentar su agresividad, se les amputaba la cresta y les insertaban espolones.
Fuente: lasprovincias.es
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