Contra el Maltrato Animal

Una compañía australiana acusó a los camellos de contribuir con el aumento del efecto invernadero a través de sus flatulencias.
La empresa, sin revelar su nombre por las fuentes, presentó una propuesta de exterminio de los dromedarios como vía para frenar la emisión de esos fluidos contaminantes.
De acuerdo con la firma acusadora, cada uno de esos animales emite unos 45 kilogramos de gas metano al año, equivalente a una tonelada de dióxido de carbono.
Australia consta de una población de cerca de 1,2 millones de camellos y aunque años atrás eran bendecidos por el turismo e incluso por la venta de su carne y leche, en varias ocasiones la administración ordenó su aniquilación.
Durante la grave sequía que azotó esta nación en el 2009 las autoridades ordenaron la matanza de unos seis mil ejemplares en el territorio del norte.
En el 2005, ante otra medida similar contra los dromedarios por ocasionar destrozos en zonas urbanas, el presidente de la Sociedad Nacional para la prevención de la crueldad con los animales, Hugh Wirth, confirmó su oposición ante tales prácticas.

Fuente: Prensa latina

Después de haber leído esta "indignante noticia" nos queda una pregunta en el aire: ¿acabará también Australia con todos los vehículos, los sprays y demás que tambien producen una gran cantidad de CO2?